... pero siempre tendremos donde encontrarle porque sus palabras siempre estáran por aquí...
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
Te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en ún arbol añoso
de oscuros cabeceos
Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
"Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas".
ResponderEliminarMario Benedetti
Muy oportuno este poema de Benedetti. Es una pérdida para las letras, aunque siempre quedarán sus palabras. Abrazos
ResponderEliminarCero
Mi saldo disminuye cada día
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire
muevo mis dedos como si pudieran
atrapar o atraparme
pero mi saldo disminuye
muevo mis ojos como si pudieran
entender o entenderme
pero mi saldo disminuye
muevo mis pies cual si pudieran
acarrear o acarrearme
pero mi saldo disminuye
mi saldo disminuye cada día
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire
y todo porque ese
compinche de la muerte
el cero
está esperando
Desconocer el valor de ese saldo es una gran ventaja, así no es necesario preocuparse por él
"Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio"
ResponderEliminarMario Benedetti. Descanse en paz.
Me gusta tu blog, saludos
ResponderEliminarGio
Tú, Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia, en tu pequeño paréntesis nos has enseñado que el olvido está lleno de memoria.
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