domingo, 31 de mayo de 2015

AQUÍ MANDO YO.





   En la ciudad de Huelva, la empresa de fabricación de fertilizantes Fertiberia lleva décadas produciendo residuos químicos muy tóxicos que afectan a la salud de l@s vecin@s. La ciudadanía preocupada exige respuestas.

   Huelva se ha convertido en el punto negro de Europa: el agua, el aire y el suelo están contaminados e incumplen los niveles máximos de polución recomendados por la Organización Mundial de la Salud(OMS). Es un cementerio radiactivo que se encuentra a los pies de la ciudad, un vertedero de residuos que ocupa cerca de dos mil hectáreas. “Los vertederos de fosfoyesos de Huelva son en extensión más grandes que la extensión que ocupa la ciudad”, asegura Julio Barea, responsable de la campaña de Energía y Residuos de Greenpeace. La organización ecologista detectó niveles de radiación 111 veces superiores al máximo permitido en las proximidades al río Tinto.

  En esta breve entrevista, su alcalde, incómodo, se siente violentado y se niega a contestar a las preguntas debido a la insistencia en el mismo tema. Quiere que le pregunten sobre temas amables, está acostumbrado a periodostas-pelotas que le ríen las gracias.

   Estos son los dirigentes que tienen que desaparecer de la política. Gente que no está a nuestro servicio y que no está ni informada ni preocupada de los problemas de la gente y por eso le sienta mal que le pregunten sobre la salud de l@s onubenses. Necesitamos gobernantes que antepongan los intereses de la ciudadanía y que trabajen para nosotr@s. 
   Si nos gobernara gente honrada, no tendrían que incomodarse con las preguntas que le hacen. Cuando no hay nada que esconder, hay respuestas para todo.




   

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