Alberto Garzón.
Iniciamos una nueva legislatura municipal con la sensación de que se nos ha escapado de las manos la posibilidad de un cambio real a favor de la transparencia y la participación ciudadana.
El pacto entre las cúpulas de los partidos PNV-PSE ha abierto una brecha en nuestro pueblo que lo ha partido en dos. Una mitad, la más grande, que va a diseñar el futuro de nuestro pueblo en el batzoki y la casa del pueblo y la otra que quiere que el destino de su pueblo se decida en la calle y que sean l@s vecin@s l@s que tengan la última palabra. Esta segunda mitad, más pequeña y dividida.
En realidad, mirando los programas, la fracción que apostaba por dar más voz a la ciudadanía superaba a la otra, pero el carácter jerárquico de los partidos clásicos (el poder va de arriba abajo) ha permitido dar un vuelco a los deseos de apertura de much@s vecin@s y deja las cosas como estaban. Estas son las reglas de juego que nos hemos impuesto y hay que aceptarlo democráticamente.
La celebración de asambleas abiertas por parte de la mayoría de partidos y coaliciones me ha dado la oportunidad de conocer la realidad del trabajo de la gente que cree que hay otra manera de hacer política. Grupos relativamente pequeños que trabajan a destajo para llevar a cabo sus propuestas. Esa tarea aumenta cuando se quiere poner en común una idea con los demás grupos para consensuarla y llevarla al pleno. El esfuerzo se dispersa y no se canaliza adecuadamente la labor realizada. Puede que me equivoque, pero es la realidad que percibo.
Si no damos un golpe de timón y navegamos hacia la unidad popular, dentro de cuatro años la mitad más dispersa terminará por disolverse como un azucarillo sin poder dar a l@s vecin@s una oportunidad real de cambio.
Si trabajamos en común, dejando a un lado lo que nos separa, y buscamos el interés de nuestro pueblo, quizá junt@s podamos ser una alternativa real que ofrezca a nuestr@s vecin@s otra forma de relacionarnos y gobernarnos.
La gente tiene que ver que l@s de este lado de la brecha, en su mayoría, somos los que trabajamos en las plataformas ciudadanas, en el tejido asociativo, con los jóvenes, con l@s parad@s, que somos los que les convocamos en asambleas abiertas para informarl@s y preguntarl@s.
La unidad es necesaria para el futuro, trabajando todos esos grupos en una misma dirección y celebrando asambleas abiertas populares, sin siglas, donde mostrar a nuestr@s vecinos cual es nuestro proyecto de pueblo, les haremos ver que hay una alternativa real de gobierno basada en el poder de la ciudadanía y en que las decisiones importantes se tomen entre tod@s.
Dadas las circunstancias, esta es mi utopía. Difícil de realizar, pero no imposible. De momento debemos de seguir caminando junt@s.
Javi Mazón.
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