jueves, 9 de junio de 2016

IKASTETXERAKO BIDEA



    Hace 40 años no había autobuses que llevasen a l@s niñ@s de los barrios periféricos al colegio. Yo vivía en el Saugal y el colegio se encontraba junto al frontón. El recorrido era largo y tenía dos obstáculos importantes: el paso a nivel, que aun existe y cruzar la N-634. Mi ama esperaba a que bajase mi vecino Jose Manuel y, junto a él, que tenía 2 años más, íbamos  todos los días al cole. Nunca pasó nada durante el camino. Mis padres jamás han tenido la sensación de que me podía pasar algo ni se habían visto en la obligación de acompañarme hasta la pùerta. 
   Ahora vivo en Aiega y acompaño a mi hijo a Otxartaga y no me marcho hasta que no le veo entrar por la puerta. ¿Qué ha pasado en 40 años?, ¿Porqué tengo esa sensación de que le puede pasar algo?

   No es una cosa vital, pero hoy en día sobreprotegemos a nuestr@s hij@s y actualmente sería imposible ver a  vari@s niñ@s entre 8 y 11 años  en las campas del Barracón cogiendo grillos, saltamontes o jugando al escondite o cogiendo higos, manzanas, cerezas, moras, etc... Ahora están en los parques o  con sus consolas, su música y sus excesivas actividades extraescolares, pero siempre con sus padres cerca.






   Desde el ayuntamiento se quiere poner en marcha el proyecto OINBUSA que  trata de crear rutas seguras para que l@s niñ@s puedan hacer el itinerario al colegio a pie, con sus amig@s, sin la presencia de sus progenitores. Antes de ponerlo en práctica se va a estudiar, junto con l@s chaval@s los diferentes obstáculos que se puedan encontrar y se tratará de corregirlos. A la vez se pretende involucrar a los comerciantes y personas mayores para que colaboren por si surge algún incidente. Es necesario la ayuda de diferentes colectivos ciudadanos que permitan reconstruir unas condiciones ambientales y sociales favorables. Una interesante manera de llenar las vacías calles de nuestro pueblo de actividad. 

  De esta forma se potencia la autonomía de l@s jóvenes, a la vez que hacen ejercicio,no sólo empiezan a sentirse ciudadanos de su barrio, también aprenden hábitos saludables y responsables con el medioambiente, acostumbrándose a andar en lugar de utilizar el coche, "parece que la ciudad esté educando futuros conductores"

  El problema del aparcamiento en horario escolar se vería mitigado. Muchos padres y madres lo usan en recorridos cortos por falta de tiempo, a la vez que se reducirían las emisiones de gases de los tubos de escape.
   Un proyecto ambicioso con un objetivo muy importante a nivel medioambiental y de calidad de vida. Ahora hace falta que los actores que intervienen en que este plan llegue a buen término ( Comunidad educativa, Ayuntamiento y padres y madres) apuesten por esta iniciativa y nuestr@s hij@s vuelvan a sentir lo mismo que nosotr@s hace 40 años.

Javi Mazón


  L@s chic@s necesitan pocos juguetes y más libertad. Deben ser autónomos, jugar con amigos y, en lo posible, concurrir a la escuela sol@s, caminando.

Francesco Tonucci.  Pedagogo.



 
   

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