La Diputación Foral de Bizkaia está adscrita al protocolo PEFC, de gestión forestal. Como ves en el vídeo muy bonito y sostenible, pero la realidad es otra. Los datos que nos ofrece dicha diputación dicen que la masa forestal de Bizkaia tiene un porcentaje muy bajo de arbolado autóctono. Nuestro territorio debería de estar cubierto en su mayoría del robledal en sus zonas bajas, como en Urkiola, el hayedo en las elevadas y, cerca de la costa el encinar cantábrico como en el Urdaibai.
Ese tipo de árboles no son productivos y no ofrecen posibilidad de negocio, por lo que se han sustituido por eucaliptus, pinos y cipreses que ofrecen pingües beneficios aunque deterioren nuestra biodiversidad. Esta es la proporción según la Diputación.
La política de regeneración de las instituciones, tampoco está enfocada en la ampliación del arbolado autóctono ni en crear ecosistemas propios. El Serantes está siendo reforestado de una manera homogénea con árboles que no corresponden con un encinar, así como la zona alta de Ortuella junto al vertedero. Parecen jardines con los árboles alineados perfectamente. Una zona declarada biotopo como los montes de Meatzaldea posee una superficie de monte autóctono insignificante. Esta es la realidad y no lo que cuenta el vídeo.
Lo que debería de ser un vergel de la biodiversidad, al encontrarnos en una zona privilegiada, se convierte en un campo de cultivo de especies dedicadas al enriquecimiento de unos pocos.
Se eligió como símbolo de Bizkaia una hoja de roble. La realidad dice que una hoja de pino o de eucaliptus representaría mejor nuestro territorio.
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