Jean-Pierre es un abnegado médico de una zona rural de Francia que dedica su vida a atender a sus pacientes, del día a la noche, los siete días de la semana. Les cura, les atiende y les hace compañía. Pero un día el doctor cae enfermo, así que llega Nathalie, una médico del hospital de la ciudad, para ayudarle en su trabajo.
De ella han dicho:
Porque la intención del director es minimalista, el retrato es en primer plano, la mirada cercana. Nos habla en efecto de la profesión de médico de pueblo, de conocer al paciente, sus neuras y debilidades, de la capacidad de escuchar, de comprender, de la calidez y la proximidad, de la paciencia y el sentido común.
Toni Vall: Cinemania
'Un doctor en la campiña' confronta la desertización médica de las zonas rurales haciendo chocar al personaje del título tanto con su sustituta como con sus principios. Lilti no es exactamente sutil en sus argumentos pero los enriquece con humor observacional y destellos de ironía, y convirtiendo arquetipos en personajes de notable hondura.
'Un doctor en la campiña' confronta la desertización médica de las zonas rurales haciendo chocar al personaje del título tanto con su sustituta como con sus principios. Lilti no es exactamente sutil en sus argumentos pero los enriquece con humor observacional y destellos de ironía, y convirtiendo arquetipos en personajes de notable hondura.
Nando Salvá: Diario El Periodico
Sin caer en el romanticismo comercial, Lilti, como en Hipócrates, pero con una cámara más calmosa, menos agitada, aplica sana crítica social y política. La de otro humanista: de la medicina y hasta de la conducción por caminos tan embarrados como la propia vida.
Javier Ocaña: Diario El País
No es la primera vez que el realizador galo aborda temas relacionados con la medicina y esta vez pone el foco en un médico rural enfrentado a una enfermedad terminal. Lo mejor pasa por sus momentos de realismo antes que lo ficcional.
Diego Brodersen: Diario Página 12
Se transforma en un canto a la vida, en un muestrario de secretos y confesiones y en un bello mensaje de comprensión. Una música que va pautando con suaves matices la historia y una perfecta fotografía suman puntos a esta historia que vale mirarla más con el corazón que con los ojos.
Adolfo C. Martinez: Diario la Nación
Sin caer en el romanticismo comercial, Lilti, como en Hipócrates, pero con una cámara más calmosa, menos agitada, aplica sana crítica social y política. La de otro humanista: de la medicina y hasta de la conducción por caminos tan embarrados como la propia vida.
Javier Ocaña: Diario El País
No es la primera vez que el realizador galo aborda temas relacionados con la medicina y esta vez pone el foco en un médico rural enfrentado a una enfermedad terminal. Lo mejor pasa por sus momentos de realismo antes que lo ficcional.
Diego Brodersen: Diario Página 12
Se transforma en un canto a la vida, en un muestrario de secretos y confesiones y en un bello mensaje de comprensión. Una música que va pautando con suaves matices la historia y una perfecta fotografía suman puntos a esta historia que vale mirarla más con el corazón que con los ojos.
Adolfo C. Martinez: Diario la Nación
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