Arturo (Guillermo Francella) es un galerista encantador e
inescrupuloso. Renzo (Luis Brandoni) es un pintor hosco y en decadencia. Si
bien los une una vieja amistad, no coinciden en (casi) nada. El galerista
intenta por todos los medios reflotar la carrera artística de su amigo, pero
las cosas van de mal en peor. Hasta que una idea loca y extrema aparece como
una posible solución.
Cierto es que todo está abordado desde un perspectiva,
digamos, un tanto superficial y tópica, no precisamente sutil, pero no es menos
cierto que, precisamente gracias a ello, Duprat consigue que la píldora sea más
digerible. Porque los dos personajes principales (un marchante con pocos escrúpulos
y un pintor insoportable y ególatra), a los que une una extraña amistad,
supuestamente basada en el interés mutuo, deberían resultar aborrecibles y
acaban siendo unos pícaros entrañables que derrochan bonhomía, gracias
fundamentalmente a las sobresalientes creaciones de Guillermo Francella y Luis
Brandoni, dos actores superlativos.
De ella han dicho:
"Todo está abordado desde un perspectiva, digamos,
un tanto superficial y tópica, no precisamente sutil, pero no es menos cierto
que, precisamente gracias a ello, Duprat consigue que la píldora sea más digerible.”
Alberto Luchini: Diario El Mundo
"Esta es, en el fondo, una heterodoxa historia sobre
la reconstrucción de una amistad escondida bajo una comedia de contrarios, obra
de un supuesto autor satírico que se ha revelado un gran retratista de personajes
complejos."
Jordi Costa: Diario El País
"Es una de esas películas cuyo recuerdo provoca
ternura y una sonrisa de complicidad. Una emoción que se impone a cualquier
otro análisis posterior. (...) Dos actores colosales en estado de gracia (...)”
Juan Pando: Fotogramas
"Tiene alguna situación divertida, un buen trabajo
del camaleónico actor argentino Guillermo Francella (...) y una sana voluntad
de reírse de todo y de todos, pero solo funciona a ráfagas. (...)”
Quim Casas: Diario El Periódico