
Desde los títulos iniciales vemos dividida la pantalla,
símbolo del conflicto que tendrá lugar entre los dos protagonistas de esta
película: el enfrentamiento entre dos seres antagónicos, dos vecinos, a partir
de la construcción de una ventana. Este punto de partida, provocará que se
tense la realidad y salgan a relucir las lacras de la sociedad, sus temores y
la lucha de clases.
Víctor (Daniel Aráoz) y Leonarddo (Rafael Spregelnurd) iniciarán un contencioso
entre ellos por atrapar un poco del sol que a uno le entra y que al otro le
falta. Mientras Víctor se muestra como un hombre rústico y natural,
comunicativo y sociable, Leonardo es receloso y snob, un diseñador de
éxito que perderá los estribos ante la indiscreción de su vecino.
El espacio será fundamental: ambos habitan la Maison Curutchet, construida por
Le Corbusier en 1954, un edificio de arquitectura muy especial que será el
escenario y al mismo tiempo el tercer protagonista de la función. Así, se
establecerá una contienda entre el que observa y el que es observado,
convirtiéndose la mirada en el leit motiv de la película, y la
incomunicación de las civilizaciones modernas en el sustrato significativo de
su narración.
La película se alzó con el premio a la Mejor Película argentina en el
prestigioso Festival de Mar de Plata en 2009.
De ella han dicho:
"Interesantísima propuesta
(...) Cohn y Duprat logran la carcajada de la comedia negra, de la
estupefacción culpable"
Javier Ocaña: Diario El País
"Una
ventana no daba tanto de sí desde Hitchcock. (...) un afilado, tragicómico y
acertado filme"
Andrea G. Bermejo: Cinemanía
"Una ficción con tantos
matices y posibles lecturas que solo cabe descubrirse y admirar la
sofisticación de su endiablada, concienzuda arquitectura"
Jordi Costa: Fotogramas
"La dupla detrás de 'El
hombre de al lado', la misma que hizo 'El artista', sabe muy bien esconder sus
intenciones, que son mostrar las características más sórdidas de sus
personajes, cuando pocos espectadores lo esperan."
Pablo O. Scholz: Diario Clarín