viernes, 13 de noviembre de 2009

Que los chanchulleos de Ortuella no nos impidan distinguir un Mundo pobre y un Mundo rico.

La riqueza está donde brilla la luz eléctrica; la oscuridad esconde el petróleo, el gas y los minerales estratégicos. Nuestro mundo desigual en una sola foto nocturna. (Haz clic en la imagen)

5 comentarios:

  1. Cada cosa en su sitio Iñaki, nuestras pequeñas miserias miserias o como tu los llamas chanchulleos, de pueblo son debemos de hablarlas y no ser indiferentes a ellas, aunque sea un sitio pequeño donde nos toca vivir.Si te refieres a que no perdamos una dimensión global, vale.

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  2. Gran parte de nuestro pais aparece oscuro y como decís no nos faltan materias primas,pero en manos de las multinacionales que los esquilman. Los paises "ricos" lo sois a consta de los que tenemos menos.Vuestra riqueza se construye en gran parte sobre nuestra miseria.

    Gabriela

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  3. plantearnos la riqueza igual a dinero es tan estupido que no merece comentarios. Zelan aberastu gure burua? hortxe dago gakoa. Nola desegin inguruan "oparitu" diguten kontsumismo basatia? zer egin dezakegu, nor bere etxetxik hasita?

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  4. En estos dia de recordatorios de caidas de muro, creo que existen además otros tipos de muros que nos distancian a los humanos. Son invisibles, pero impenetrables y, me da la impresión de que vivimos muy cómodos con ellos. Resultan ser unas defensas muy seguras para nuestro sistema de vida. Todos tenemos muy claro en qué países o en qué zonas deben estar los reductos de miseria o de marginalidad para que no molesten a los intereses del sistema y poder mirar para otra parte. También hay otro tipo de marginalidad invisible a primera vista pero que puede estar instalado en nuestro entorno. Pueden ir con nosotros apretujados en el metro o puede que haya un piso patera en nuestra escalera pero en medio hay un muro de prejuicios, de indiferencia o de desprecio. No hay dinamita que pueda con éstos. Va a hacer falta mucho compromiso humano y mucha presión social para abrirles algunas ranuras. En ello estamos.

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  5. Tengo un amigo ingeniero en telecomunicaciones al que acaban de humillar en su trabajo por ser extranjero. Pero no cualquier extranjero.
    Trabaja en una empresa puntera en tecnología, en la que, recientemente, se hizo una promoción interna a la que se presentaron él y otra persona. Durante un tiempo, mi amigo se preparó y, a la vez, preparó a su competidor para el mismo puesto. Llegado el momento, le dieron el trabajo al competidor. Mi amigo, que sabe muy bien lo que dan de sí uno y otro, no se lo podía creer.
    Cuando tuvo ocasión de preguntar qué había pasado, le respondieron: "Mira, chico, es que si fueras alemán te habríamos dado el puesto sin pensarlo, pero...". Mi amigo es sudamericano.
    No le han valido de nada la sólida formación adquirida ni aquí ni en su país, el tiempo, el dinero y el esfuerzo empleados en mantenerse profesionalmente al día, el llegar a casa del trabajo y estudiar durante horas hasta la madrugada, el hacer cursos en línea y presenciales, el tener el reconocimiento personal y profesional de sus compañeros, incluso el de la propia empresa; el formar a otros compañeros y ayudarles a resolver dudas y situaciones...
    Mi amigo es un tío muy competente, pero no es europeo.

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