jueves, 1 de noviembre de 2012

In memorian

A Agustín García Calvo, que ha muerto esta mañana, nunca le gustaron los homenajes, ni propios ni ajenos, sea pues esto solo un pretexto para escuchar un rato uno de sus poemas de la mano de Amancio Prada y para decir que ahí nos queda la vida de su obra y su pensamiento, de sus palabras.

¡Que la tierra te sea leve, Agustín!

2 comentarios:

  1. Libre te quiero,
    como arroyo que brinca
    de peña en peña.
    Pero no mía.
    Grande te quiero,
    como monte preñado
    de primavera.
    Pero no mía.
    Buena te quiero,
    como pan que no sabe
    su masa buena.
    Pero no mía.
    Alta te quiero,
    como chopo que en el cielo
    se despereza.
    Pero no mía.
    Blanca te quiero,
    como flor de azahares
    sobre la tierra.
    Pero no mía.
    Pero no mía
    ni de Dios ni de nadie
    ni tuya siquiera.

    Agustín García Calvo

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  2. Aprendí de él que la libertad no se predica, se practica.
    Roger

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