Hay instalaciones que no requieren de una gran inversión ni de un excesivo mantenimiento. Una de ellas es un observatorio de pájaros, concretamente de pájaros de bosque como petirrojos, carboneros, pinzones, chimbos, herrerillos etc.. Unas aves difíciles de ver por su tamaño y por su mimetismo y desconfianza.
Sólo es cuestión de buscar el lugar adecuado asesorad@ por una persona experta y ponerse manos a la obra.
Por ejemplo, esta es la caseta del parque de Urkiola. No hace falta hacer una edificación tan pretenciosa, lo importante es que el/la obervador@ pueda ver sin ser visto y esté protegid@ de la lluvia. Este es perfecto porque puedes estar sentado y tiene un apoyo por si traes un libro o un smartphone para informarte de lo que estás viendo.
Para que los pájaros se acerquen a nuestro ángulo de visión se instalan unos comederos enfrente de la caseta de observación en un zona rodeada de árboles. Como veis, los comederos están cubiertos de la lluvia. El vallado es para proteger del ganado.
El mantenimiento de estas instalaciones es sencillo, pero requiere de rigor a la hora de mantener los comederos con grano, pues las aves se acostumbran a la abundancia. Esa es la mayor de las pegas. En cuanto a la caseta, no requiere más que un mantenimiento anual para arreglar desperfectos si los hubiere.
Observatorio de aves acuáticas |
Si tienes unos buenos prismáticos y quieres ver animales desde un sitio privilegiado, tienes que viajar hasta la reserva de la biosfera de Urdaibai o al parque de Urkiola. Sin embargo, nuestros montes gozan de la calificación de biotopo y Meatzaldea, tras la explotación minera se está regenerando naturalmente y goza de rincones muy adecuados para colocar este tipo de instalaciones y observar la belleza de estos escurridizos animales sin dañar su entorno. Todo es cuestión de voluntad.
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