viernes, 21 de septiembre de 2007

Pequeño error.

- ¡No me lo puedo creer! - se quejó, con la boca todavía pastosa, los ojos medio cerrados por las legañas - Aquí estamos, el día después de ganar las elecciones, en esta cama carísima, somos el Presidente de la nación más poderosa de la tierra y su encantadora primera dama…. Y después de tantos años de sacrificio para llegar a la Casa Blanca, resulta que no puedo ver mi programa favorito, porque por más que pulso el puñetero mando a distancia la tele de plasma no se enciende.
- Cariño - preguntó su encantadora primera dama, retirándose el antifaz que se colocaba para dormir - … ¿qué mando es ese?
Surcando el polvoriento cielo del este, los reactores ronroneaban amorosos.

3 comentarios:

  1. Gran error diria yo, por cosas como esas se empieza una guerra.

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  2. Un pequeño error para el Señor Presidente y una gran cagada para la humanidad.

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  3. Al hilo de las conversaciones de los tres de las Azores en el rancho tejano, que salen estos días en El Pais, os imaginais estos personajes y con esta calaña gobernando nuestras vidas,.....

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