Los “hijos de p…”, no nacen sino que se hacen y hay que reconocer que la mitad (o más) de la importancia de ETA está en toda la desmesurada publicidad (y bombo) que reciben, oiga, que asesinatos los hay a diario.
Esto no es mas que la inercia de los que ni pueden, ni saben, ni quieren, ni sienten, desde hace tiempo sólo se dejan llevar por el absurdo de un ideal que perdió su fundamento en el amanecer de los tiempos.
Nunca más pronunciar su nombre, ni cuando desaparezcan. No citar su jerga, y menos en euskera, que no merece tal afrenta.
Tampoco echar en el olvido el terrible silencio de su entorno caradura.
Desde ahora, sólo debiamos hablar de sus víctimas y dolernos con su dolor y su pérdida.
Y sin quitarnos el luto, hablar de paz y proclamarla desde el silencio de las concentraciones y las marchas.
Para que la barbarie acabe trabajaremos y educaremos para la paz y en la no violencia. Le diremos al mundo, que aquí somos pacíficos porque... seguimos en guerra.
Baita nik ere ETA soberan dagoela pentsaten dut.
ResponderEliminarZuek ez zarete Euskal Herria,gutxi batzuk baizik. Eta gehienok ez zaituztegu nahi gurekin....zoazte Ilargira... Hemen soberan zaudete
ResponderEliminarLos “hijos de p…”, no nacen sino que se hacen y hay que reconocer que la mitad (o más) de la importancia de ETA está en toda la desmesurada publicidad (y bombo) que reciben, oiga, que asesinatos los hay a diario.
ResponderEliminarEsto no es mas que la inercia de los que ni pueden, ni saben, ni quieren, ni sienten, desde hace tiempo sólo se dejan llevar por el absurdo de un ideal que perdió su fundamento en el amanecer de los tiempos.
ResponderEliminarYo creo que debiamos hacer esto:
ResponderEliminarNunca más pronunciar su nombre, ni cuando desaparezcan. No citar su jerga, y menos en euskera, que no merece tal afrenta.
Tampoco echar en el olvido el terrible silencio de su entorno caradura.
Desde ahora, sólo debiamos hablar de sus víctimas y dolernos con su dolor y su pérdida.
Y sin quitarnos el luto, hablar de paz y proclamarla desde el silencio de las concentraciones y las marchas.
Para que la barbarie acabe trabajaremos y educaremos para la paz y en la no violencia. Le diremos al mundo, que aquí somos pacíficos porque... seguimos en guerra.
Y el coche del operario que trabajaba en el TAV y el autobús que acaban de quemar esta noche en Donosti...
ResponderEliminarY todos los que todavia creen que con violencia pueden obligar a otras personas a vivir como no quieren.